El 8 de marzo, una fecha establecida por la Organización Naciones Unidas (ONU) en 1975, se conmemora la lucha histórica de las mujeres para conseguir equidad laboral e igualdad de derechos, lucha que persiste hoy en día.

En Latinoamérica además es un día de denuncia contra la violencia machista y los feminicidios. Se usa como un dia de exigencia a los gobiernos para que se garantice el derecho pleno al aborto, y de demanda a las autoridades para que llegue a fin la impunidad de los agresores y feminicidas. Estas exigencias son centrales a la lucha feminista en Latinoamérica.

La situación de inseguridad en Latinoamérica para las mujeres es muy grave. Según la Comisión Económica Para América Latina (CEPAL) en el 2022 hubo un total de 4,473 feminicidios, lo cual significa que 12 mujeres son víctimas de feminicidio al día. Según la ONU, una de cada tres mujeres ha sufrido algún tipo de violencia física y/o sexual en algún momento de sus vidas. A causa de la pandemia, se aumentó la tasa de violencia hacia las mujeres y la tasa de feminicidios, mostrando que la violencia intrafamiliar es uno de los mayores problemas en América Latina, y que muchas mujeres corren más riesgo en sus propias casas. 

Debido a esto, el movimiento feminista ha tomado mucha fuerza e importancia en los últimos años en Latinoamérica, y es el 8 de marzo (8M) cuando de forma colectiva las mujeres toman las calles en un grito de demanda y denuncia con el fin de ser escuchadas y empezar un cambio.

En México, por ejemplo, las calles se pintan de morado con miles de mujeres: colectivos feministas, madres exigiendo justicia por sus hijas desaparecidas o que fueron víctimas de feminicidio, mujeres víctimas de violación o abuso sexual, mujeres víctimas de violencia intrafamiliar, y mujeres que quieren vivir seguras en un país donde se haga justicia y se pueda ejercer el derecho a vivir una vida digna libre de violencia. En tiempos recientes se ha recurrido a la iconoclasia (ejercer acción directa contra monumentos, calles, y edificios) como un recurso de manifestación para que el gobierno y la sociedad pasiva escuchen las demandas de justicia. 

Aunque muchos estén en desacuerdo con esta forma de manifestarse, ha sido muy efectiva para que la gente y el gobierno volteen a ver la situación en la que las mujeres latinoamericanas viven. 

Este día no se celebra, este día se conmemora y se lucha, se lucha por la igualdad de derechos, se lucha por que se haga justicia ante la violencia machista, se lucha por las que ya no están y por las que siguen aquí. Como mujeres este 8M no nos queremos sentir queridas ni especiales por ser mujeres, queremos que se haga conciencia sobre la violencia y desigualdades que actualmente existen en nuestra sociedad. En este día se le recuerda al mundo que no nos vamos a quedar calladas, que nos queremos vivas en una vida digna de igualdad sin violencia y que exigimos justicia por las que ya no están.