El género, el sexo, y la lengua

En los últimos años, la percepción social del género ha cambiado de manera vasta. Tradicionalmente, el sexo y el género han tenido el mismo significado. No obstante, los dos son muy diferentes. El sexo se asocia con la biologia de una persona, y se asigna al nacer. Por otro lado, el género es un concepto social, el cual es asociado con la identidad propia. En inglés, este nuevo vocabulario se ha integrado a la sociedad de manera relativamente cotidiana. Sin embargo, hay idiomas que usan el género gramatical, como el Español, lo cual complica la adopción del lenguaje inclusivo. Además, dado que la normalización del lenguaje inclusivo se ha desarrollado relativamente recientemente, existe mucha confusión.

En el Español, un gran porcentaje de los sustantivos, adjetivos, y pronombres están enlazados al género. Por ejemplo: “gato” y “gata”; “dramática” y “dramático”; “bella” y “bello.” De hecho, la clasificación de una multitud de objetos también depende del género. Por ejemplo: “el cuadro”, “la piscina,” y “el puente.” Estas complicaciones significan que para integrar un vocabulario español inclusivo, se tendría que cambiar una gran parte de las palabras usadas cotidianamente. 

La Real Academia del Español, la institución que se dedica a la supervisión lingüística del Español en el mundo hispanoparlante, ha denunciado la integración del lenguaje inclusivo, alegando que el nuevo vocabulario “directamente contradice la morfología de la lengua.”

No obstante, varias modificaciones gramaticales se han popularizado para combatir la discriminacion basada en el género. Entre ellas, la más popular es el uso de la “e” para reemplazar la “o” y la “a.” Por esta vía, palabras como “ella” y “maestro” se convierten en “elle” y “maestre”. La reciente ola progresiva en Latinoamérica ha creado nuevas tendencias socioculturales, las cuales han iniciado grandes reformas en países que históricamente han sido conservadores, entre ellos Argentina y México. En los Estados Unidos, han surgido términos nuevos que son más inclusivos como “Latinx”, “Latine”, y “Latin@”. En pocas palabras, no hay ninguna manera formal para desasociar el género con la gramática en el Español, pero se han divulgado diferentes adaptaciones de la lengua para lograr esa inclusividad.