Un nuevo capítulo: el punto de vista de una freshman

Clara Durante, Spanish Editor

Las transiciones suelen ser difíciles para mí, pero en este caso puedo felizmente contarles que Wilson High School me ha dado una gran bienvenida y una grata sorpresa. 

Vengo de Alice Deal Middle School, después de un octavo grado cursado en plena pandemia, en bastante soledad y aburrimiento. Mis expectativas de comenzar un nuevo año escolar, en una nueva escuela, en forma presencial, reuniéndome con compañeros y amigos me provocaba mucha ilusión y alegría, pero, al mismo tiempo, provocaba sentimientos de incertidumbre, temor y nerviosismo. 

Llegó el primer día, tan esperado y tan deseado. El edificio es realmente inmenso, un poco intimidante por su tamaño. Se podría describir en una palabra: grandioso. Temía perderme, no encontrar dónde debía ir, llegar tarde a las clases, pero, aunque un poco de esto si hubo, me encontré con muchas personas atentas y con muchas ganas de ayudar a que los estudiantes encontráramos nuestro camino. Los maestros y todas las personas que trabajan en la escuela me demostraron una calmada y positiva actitud para guiar y dirigir la cantidad de estudiantes. Los pasillos están colmados de alumnos, buscando su camino, conversando y reencontrándose. El ambiente es cálido y transmite mucho entusiasmo.

Mis clases me gustaron, los profesores son muy amables y dedicados a que sus alumnos tengan una buena experiencia.  Al transcurrir la primera semana, la tarea ha comenzado a llegar, en forma constante y en gran cantidad. Esta es una gran diferencia comparado con el middle school. También he notado la cantidad de cursos, clubs y posibilidad de deportes que ofrece nuestra escuela. ¡Me ilusiona poder involucrarme y tener nuevas experiencias!

Personalmente, me fascina jugar al fútbol, es una gran pasión para mí. Tuve la suerte de ingresar al equipo de JV de fútbol. Esta oportunidad me abrió las puertas a una nueva experiencia deportiva y de conocer nuevas jugadoras, encontrarme con amigas, y representar a la escuela desde este lugar, que disfruto muchísimo. Debo confesar que las prácticas a las 6 de la mañana, casi todos los días, cuestan un poco. Pero, es tal el entusiasmo y el espíritu de equipo que se ha formado que con gusto hago el esfuerzo y me levanto temprano. Créanme, estoy súper agotada, ¡pero feliz!

  Otro momento de disfrute son los recreos y la hora de almuerzo. Me gusta poder elegir el lugar donde pasar esos minutos con amigos y almorzar tranquila. En general elijo comer afuera, al aire libre. Suelo llevar mi propio almuerzo pero también agradezco que nos ofrezcan almuerzos gratuitos en la escuela. 

En conclusión, me siento afortunada de poder expresar que mi tiempo en Wilson está siendo una experiencia positiva. Es mi deseo que todos logremos, con el tiempo, sentir a la escuela como nuestra segunda casa. •