Ya que llegamos a la segunda mitad del año, el ‘senioritis’ ya está afectando a los estudiantes del grado doce. De las que ya han sido aceptados por las universidades, muchos sienten que el trabajo de la escuela secundaria ya no vale la pena. Ellos ya sienten que no tiene sentido trabajar para obtener una calificación que las universidades no van a ver. Particularmente porque sienten que ya han alcanzado la meta a la cual han estado luchando. 

Sophie Orlando, una estudiante del grado doce, dice que “estoy cansada de trabajar tan duro durante mi tercer año que no he tenido energía este año para hacer mucho trabajo en mis clases”. 

Otros estudiantes del mismo grado también dicen que ni siquiera quieren ir a la escuela porque muchas clases son aburridas y sienten que no les sirven para él futuro. 

Algunos maestros que respondieron a las solicitudes anteriores han dicho que entienden el “slump” que sienten los estudiantes que se están acercando a la graduación, pero con lo poco que falta, es importante no darse por vencidos. Aparte de eso, legalmente, los maestros tienen que dar un cierto número de tareas y enseñar material ordenado por el distrito, pero algunos están de acuerdo en que hay mucho trabajo que es difícil de calificar rápidamente.

Si bien la mayoría de los maestros simpatizan con los del grado doce, no hay mucho que puedan hacer para ayudar debido a las regulaciones de toda la escuela que tiene que seguir. El consejo que los maestros tienen para los estudiantes de último año es hacer todo lo posible para completar todo el trabajo y disfrutar del tiempo que queda para probar de nuevas cosas y tomar tiempo con sus amigos.