La gente de Argentina reaccionan a una victoria histórica

Nina Francos and Clara Durante

El momento en que Messi levantó la copa del mundo con el resto de su equipo marcó, no solo para la gente de Argentina pero en todo el mundo del fútbol, el final perfecto. Horas antes de la final contra la selección Francesa, en Buenos Aires ya había un sentimiento corriendo de que algo estaba por pasar.

Las calles de la usualmente ruidosa capital yacían desiertas. No había un negocio abierto, con excepción de algún que otro kiosko cuyo dueño no quitaba la vista de la televisión ni aunque lo estuvieran robando. Familia y amigos reunidos en el cuarto tenían sus ojos aplastados a la pantalla más grande, y los vecinos avisaron de goles antes de que los cuyos internet no era suficientemente rápido lo pudieran ver. Mate, facturas, café, chipá, de todo estaba en la mesa para evitar perderse de siquiera un segundo de lo que podría ser un momento histórico. 

Termina el primer tiempo Argentina 2, goles de Messi y Di Maria, Francia 0; es regla no decir nada al respecto, no vaya ser que alguien traiga mala suerte, así que todos se levantan para ir al baño o tomar agua. Ahora queda uno en el cuarto, usualmente el más  chico, para pegar el grito de que ya arranca el segundo tiempo.

El segundo tiempo fue sufrido, los gritos de dolor en las calles por el primer gol de Mbappe… y el segundo… y el tercero. Nadie sabía qué decir; el día que se pensaba que Argentina terminaría campeón mundial probaba ser más difícil de lo que se pensaba. El tercer gol de Messi, y eso que no fue penal, trajo esperanzas de vuelta, demostrando que “la Pulga” tiene mucho más que mostrar. El partido se fue a penales y en el segundo que Gonzalo Montiel metió el gol, el mundo estalló. Para la gente desesperada por festejar, el momento que se estaba esperando por tanto tiempo vino. Argentina saliendo campeón del Mundo por tercera vez fue un momento histórico lleno de emoción que unió al país. Nada es comparable con la pasión de los argentinos. Expresando su alegría profunda para la selección nacional, más de 4 millones de personas se reunieron en el Obelisco, una de las avenidas más importantes de Buenos Aires para festejar. Durante horas bajo el caluroso sol de pleno verano, la gente de Capital Federal cantaba, alentaba y compartía su contento. Al día siguiente, el presidente de Argentina, Alberto Fernandes, decretó feriado nacional. Miles de personas madrugaron para recibir a la selección en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza. En camino a reunirse con el resto de los fanáticos que seguían festejando, la gente se congregó en la ruta para saludar a las estrellas de la selección con entusiasmo, risas y lágrimas. El 18 de diciembre de 2022 siempre será recordado con emoción y felicidad en Argentina. •